agosto 03, 2011

Coloquio I - Al almuerzo

- Oye, ¿y nunca te ha dao por meterte a la política o algo? – preguntó, inocente.
- Ehm… no sé. O sea, a veces igual me dan ganas de hacer algo, así como dirigir un movimiento, o algo. Pero no político – se apresuró a aclarar – eso sirve pa' puro enturbiar no mah la idea que querís defender. Eh… y si poh, igual a veces me vienen ganas, pero cuando miro a la gente se me quitan al tiro.
- ¿Cómo?
- Es que a la gente le gusta la mierda en que ta' viviendo poh – le soltó, medio choreado. La verdad es que lo desilusionaba un poco la mentalidad que lo rodeaba.
- Nah, como va a ser eso.
- Si poh, por ejemplo, el otro día iba en el metro, y como andaba sin música, me tuve que poner a escuchar las conversas de la gente. Primero, iban unas cabras chicas, pelando a no se quién, por comparar los ‘tweets’ que tenían, ¡cacha poh!. Después, lo típicos viejos, hablando de la pelota. Y otro loco, del iphone, y de no se que otra cosa que se iba a comprar, porque era bakán, y no podía quedarse obsoleto poh. ¿Viste? ¡puras weás!
- Pero... y eso ¿qué tiene?
- Nah, si da lo mismo. Pero si vay a hacer algo por la sociedad, la sociedad igual tiene que ganárselo poh. No me acuerdo quién dijo, hace tiempo, ‘los pueblos tienen los gobiernos que se merecen’. Vivimos gobernados por un sistema, que los de más arriba, se cagan a los de más abajo, ¡pero los de más abajo, son tan pelotúos, que les gusta la cuestión!
- Nah que ver.
- ¿Cómo que no?, mira, voh mismo aer, ¿cuánto te gustaría ganar?
- Ah!, ¿por mi?, caleta poh, unos…
- Ah no poh!, toy hablando en serio – lo interrumpió, antes que saliera con una cifra exorbitantemente ridícula. Un monto que ni Piraña 'gana' al mes – Te cambio la pregunta mejor. ¿Cuánto te veís ganando?, así proyectándote seriamente, de aquí a unos… tres años más.
- Eh… unos… tres palos.
- ¡Tres palos! – sorprendido. No esperaba tanta ambición de un pollo que está recién empezando como un vil programador. La vida con el tiempo le enseñaría que no es tan fácil, sobre todo para un tipo con tan pocos 'deos pal piano' - ¿y qué hariai con tres palos?
- ¡Me compraría el auto de mis sueños! – le respondió, con ojos de niña chica enamorada – y… a ver… me compraría la tonta casa, con su güen jardín, piscina..
- ¡¿Viste?!, el feroz auto, que unos pobres locos con un sueldo promedio, que no les alcanza pa' comprarse el mismo auto que hacen, y con trabajo a tiempo completo van a tener que hacer, la mansa casa que unos pobres viejos, con sueldos miserables, van a tener que descrestarse construyendo, el güen jardín, que te lo va a mantener un pobre tipo que con cuea le vai a pagar el mínimo. Mientras voh estís bien, ganando tus güenas lukas, filo los demás poh, ¡mala cuea!. Ese es el problema poh, todos quieren tar mas arriba, cagándose a los de más abajo. Alimentando el mismo sistema del cual se quejan. Total, pucha, es la realidad que les tocó vivir – dijo tratando de imitar a esas viejas burguesas, cuando justifican su indolencia ante aquellas más desfavorables situaciones ajenas.
- ...mh...
- Esa misma actitud avala el mismo sistema opresivo y cabrón del que tanto te quejai. ¿No te gusta como es el ‘FR’? – así llamaban al jefe – Pero igual te gustaría tar donde él poh, ganando las lucas que gana, negreándote a los demás. Así que mientras tanto, te merecís que te traten mal, que te paguen un moco, y que te hagan trabajar como perro.

Israel Molina